Piel normal
La piel normal se caracteriza por el equilibrio: la cantidad de agua y de grasa es equilibrada y uniforme en toda la cara.
No brilla, no se muestra opaca y no suele tener problemas de circulación. Además, tiene un tacto suave, es firme y se aprecian signos de buena hidratación, sin descamación.
A pesar de su condición de piel afortunada, la piel normal requiere también cuidados específicos con los que mantener su estado.