Limpieza facial diaria: el primer paso para una piel sana

Limpieza facial diaria: el primer paso para una piel sana

La limpieza facial es el paso previo, imprescindible, antes de empezar cualquier tratamiento facial anti-aging o de hidratación habitual. Lavar el rostro sólo con agua no es suficiente, ya que no eliminamos las células muertas que habitan en la superficie de nuestra piel. Debes buscar el tiempo para hacer la limpieza facial, transformándola en tu ritual de cada día. Míralo de este modo: se trata de un momento para ti que debes dedicar a mimarte. ¿Verdad que suena bien?

Por qué es tan importante la higiene facial

Hay desencadenantes que agreden a tu piel cada día: el maquillaje, la contaminación ambiental, la grasa, el sudor y el polvo. También es fundamental un buen descanso. De acuerdo a un reciente estudio de la UH Case Medical Center (Cleveland, Ohio, Estados Unidos), es necesario dormir suficientes horas para que el organismo y especialmente la piel recuperen su vitalidad y puedan regenerarse. Todos estos factores hacen que se obturen los poros y se acumulen células muertas en tu piel, lo que provoca que la dermis no respire y como consecuencia no tenga una adecuada oxigenación. Con todo ello, tu piel puede perder luminosidad, surgen imperfecciones, flacidez y empiezan a aparecer arrugas.

La limpieza facial es el primer paso de cualquier tratamiento, antes del sérum, contorno de ojos, ampollas, cremas de hidratación o cualquier tipo de producto. De esta forma, si limpias previamente tu rostro, se eliminan las obstrucciones de los poros y el resultado de tu tratamiento facial será mucho mayor.

La limpieza te aporta grandes beneficios:

  • Oxigenas la piel
  • Tus tratamientos faciales se depositan uniformemente sobre tu rostro y su efecto visual mejora
  • Retrasas la aparición de arrugas
  • Ganas luminosidad en tu piel
  • Ayuda a disminuir la sensación de fatiga en tu rostro
  • Luces tu piel más tersa y suave

Además, debes de tener en cuenta otro factor, relacionado con la frecuencia de limpieza facial. Hay dos tipos: la diaria y la semanal. En este artículo nos centraremos en la diaria.

¿Debes hacer tu limpieza diaria por la mañana o por la noche?

Es imprescindible la DOBLE LIMPIEZA.

La limpieza de la mañana es la base del cuidado diario, mientras que la de la noche es para retirar de tu piel todas las impurezas con base grasa que has acumulado durante el día, como el maquillaje, barra de labios, máscara de pestañas, protector solar, cremas.

La DOBLE LIMPIEZA no se trata de limpiar la piel dos veces de cualquier forma. Deben utilizarse productos que se complementen, y la suma de ellos logrará que tu piel alcance una limpieza óptima.

Los productos que puedes utilizar para lavar tu rostro diariamente pueden diferir. Te aconsejamos utilizar productos micelares, como por ejemplo: soluciones micelares limpiadoras, gel micelar o aceite micelar. Todo dependerá de la textura que más te guste tener. También puedes combinarlas entre ellas según tus necesidades de limpieza. Lo importante es que, por la mañana y por la noche, reserves el tiempo necesario para “tu ritual”. Porque una limpieza facial diaria es el primer paso para una piel sana.