5 claves para lograr una piel más luminosa

5 claves para lograr una piel más luminosa

Nos ocurre con cierta frecuencia que, a pesar de seguir una rutina adecuada para el cuidado de la piel, notamos que nuestro rostro ha perdido vitalidad o luminosidad. Deberíamos preguntarnos por qué, antes de recurrir al socorrido maquillaje.

Nuestra piel requiere unos cuidados adecuados, que dependen principalmente de su fototipo, determinado genéticamente, pero también de nuestros hábitos y de las circunstancias climatológicas a las que está expuesta. Por ejemplo, situaciones en las que aumenta el estrés o el cansancio o dejar de dormir adecuadamente las horas que necesitamos, como afirman algunos estudios, pueden influir de manera negativa en la aparición de opacidades, de líneas de expresión más firmes o de las temidas ojeras o bolsas.

Por ello, hoy te traemos una lista con cinco claves fundamentales para darle ese toque de nuevo año y dejar atrás cuanto antes ese tono gris invernal:

1. Limpieza profunda: exfoliantes

Una piel luminosa es directamente proporcional a lo limpia y sana que está. Se debe utilizar una vez por semana un exfoliante adecuado al tipo de piel, según si tiene más tendencia a la sequedad o es de tipología normal. La limpieza de las capas profundas permite a la capa basal de la piel potenciar su efecto regenerador y, por tanto, su efecto rejuvenecedor. Además, la limpieza fomenta que no se obstruyan los poros y una piel limpia causa un efecto más brillante, más sano.

2. Hidratación intensa: revitalizantes

La hidratación profunda es fundamental para que nuestra piel recupere parte del estrato córneo y se vea más luminosa. La vitamina C es esencial para ello, asociada a otras vitaminas del complejo A y E. Otros ingredientes como la cafeína y el retinol tienen este efecto. Además aconsejamos utilizar cremas hidratantes a modo de máscara facial durante la noche para aprovechar el efecto nocturno y regenerador.

3. Atenuar manchas: despigmentantes

Las lesiones o manchas suelen aparecer por efecto del tiempo y el mal uso de la fotoprotección. Este tipo de hiperpigmentación es el efecto visible del envejecimiento. Podemos utilizar agentes que suavicen esta afección, como los AHA (ácidos alfa-hidróxidos) que incluyen ciertos productos, cuyo efecto está indicado para la noche. Así conseguiremos un efecto más homogéneo en el contorno facial y visiblemente más conveniente.

4. Tratamientos específicos

Existe otro tipo de tratamientos más irritantes, como los peelings químicos con ácido tricloroacético, que pueden conseguir un efecto más potente gracias a su acción descamativa inicial y regeneradora posterior. Aunque conviene saber que son más agresivos.

Sin embargo, podemos utilizar tratamientos tópicos con componentes concentrados, como sérums, que nos ayudarán a reafirmar y reducir la flacidez. O elegir un tratamiento encapsulado en ampollas con componentes nutritivos que activarán de forma instantánea nuestro rostro.

5. Alimentación: antioxidantes

Es muy importante asociar al tratamiento tópico una alimentación que proporcione los catalizadores y enzimas necesarios para el metabolismo correcto de la piel. Una dieta rica en antioxidantes favorecerá que se reduzcan los procesos inflamatorios que producen las arrugas.

Para aumentar el consumo de antioxidantes te aconsejamos incrementar la ingesta de fruta, por su aporte vitamínico (plátano, piña, manzana, granada), de verduras con contenido alto de vitamina C y A, de antioxidantes y betacarotenos (zanahoria, pimiento verde) y de cereales integrales, por el efecto regulador de la fibra.

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