Cuida tu piel cada mañana y… ¡cada noche!

Cuida tu piel cada mañana y… ¡cada noche!

A lo largo del día y de la noche nuestra piel está sometida a diferentes estímulos y numerosas exigencias. Llevamos una vida muy activa, con cambios de ánimo y de energía que nuestra piel también nota. De hecho, según un estudio realizado por la periodista británica Anna Magee, el estrés y todo lo que conlleva (madrugar excesivamente, no dormir las horas suficientes o descuidar la dieta y el ejercicio) provoca un envejecimiento acelerado de nuestra piel: aumento del acné, espinillas y bolsas en los ojos, disminución de la luminosidad de la piel, mayor flacidez de la piel y aparición de piel seca, manchas o enrojecimiento. Por eso, debemos hacer un stop con el estrés y cuidar nuestra piel según las necesidades del momento:

  • Por la mañana debemos preparar nuestra piel ¡para afrontar el nuevo día! Una buena opción es empezar tonificándola con una loción micelar y después hidratarla y aportarle elementos antioxidantes con las ampollas de proteoglicanos. De este modo, conseguirás una piel firme y luminosa, ¡para mostrar tu mejor cara! Para terminar, aplica tu tratamiento específico y no olvides proteger la piel también con un filtro solar.
  • Por la noche, después de todo el día de actividad, la piel se muestra cansada y ¡toca acudir a su rescate! Es el mejor momento para aportarle los nutrientes que la prepararan para la el día siguiente y la defenderán de nuevas agresiones. En tu ritual de cuidados de noche, puedes empezar por limpiar tu piel de impurezas acumuladas durante todo el día, residuos de contaminación, de maquillaje y también células muertas con una solución micelar. Complétalo con tu tratamiento específico, sin descuidar el contorno de ojos, labios y líneas de expresión, ¡que tanto nos preocupan!

Convierte el cuidado de tu piel en un ritual de mañana… ¡y de noche!

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