Cuida tu piel en primavera

Cuida tu piel en primavera

No queda nada para que la primavera entre en todo su esplendor y los días vuelvan a recobrar esa luz y ese color que caracterizan esta época del año. Es el momento adecuado para preparar tu piel para esta estación de cambio y conseguir adaptarte cuanto antes a las temperaturas más cálidas y a los días soleados.

Durante los meses de invierno, la piel ha estado expuesta a factores medioambientales como el frío que han producido deshidratación y sequedad tanto en la superficie como en sus capas más profundas. La baja temperatura siempre provoca cierto grado de vasoconstricción tisular que disminuye la infusión de nutrientes a las capas regeneradoras de la piel. Este hecho provoca un déficit nutricional en la capa basal de la piel y explica por qué es tan importante el cuidado y la hidratación en esa época del año.

Sin embargo, la primavera es una estación de variaciones, donde las temperaturas ascienden, los días son más largos y nuestra piel recibe mayor exposición solar. Además, por efecto de la polinización floral, es más susceptible al picor, a la descamación o incluso a erupciones o alergias.

Como veis, la primavera es una estación que conlleva muchos cambios ambientales, y también en nuestra piel. Así que ahora os ofreceremos unos consejos muy útiles para afrontarla:

Restauración de la piel

Dependiendo del impacto que haya sufrido tu piel durante el invierno, te recomendaremos focalizar tu tratamiento hacia emolientes que aporten un mayor grado hidratación. La función humectante es capital para que tu piel recupere parte de su estructura y aumente la tersura y tensión.

Es una buena época para iniciar tratamientos con mascarillas que aporten nutrición, como aquellas con vitamina E, y que tengan una función regeneradora.

Prepara tu piel para el sol

La radiación solar tiene un efecto beneficioso para el organismo, ya que favorece la fisiología sintetizando vitamina D, que es fundamental para fijar el calcio en nuestros huesos.

Sin embargo, conocemos que el efecto de las radiaciones ultravioleta tipo A que penetran más profundamente en la piel acelera su envejecimiento y provoca enfermedades pigmentarias, como el melasma o la aparición de manchas. Tanto las radiaciones ultravioleta de tipo A y como las de tipo B ocasionan daño tisular, alteran el ADN de las células y son responsables directas del cáncer de piel.

Por ello, te recomendamos utilizar tratamientos que prevengan la aparición de manchas al contener filtros solares, sobre todo los de uso diurno.

Vigila las zonas sensibles

Como ya hemos comentado, van a ser unos meses de cambio y de adaptación a nuevas condiciones climatológicas. El riesgo de padecer desecación y picor en zonas sensibles como el contorno de ojos y la zona peribucal es proporcional al cuidado que les dediquemos. Una base de buena hidratación con un tratamiento dirigido hacia el contorno de ojos, por ejemplo, nos dará herramientas para combatir la descamación, el prurito o incluso una posible y molesta alergia de contacto. 

Rutinas sanas

A pesar de que la primavera lleve consigo mucha más luz, te aconsejamos que recuerdes la importancia de llevar una dieta que aporte la cantidad suficiente de antioxidantes. Es muy importante una buena hidratación y sobretodo la utilización de cremas con protección solar durante el día.

Te recomendamos usar maquillaje ligero, realizar ejercicio suave y sobre todo… ¡disfrutar de esta maravillosa época del año!

Siguientes artículos