Cuidados para la piel mixta

Cuidados para la piel mixta

Muchas veces confundimos las pieles mixtas con las normales o con otro tipo de piel, y eso hace que no acertemos con el cuidado apropiado.

Conocer adecuadamente nuestra piel es el primer paso. Ya sabemos que, dependiendo de la composición del manto córneo, podemos tener piel grasa o seca… Pero también podemos encontrarnos con una piel mixta. Ya hemos hablado en post anteriores de la piel seca y de la piel grasa. Hablemos hoy del cuidado de la piel mixta.

¿Realmente tengo la piel mixta?

Normalmente se detecta porque encontramos partes de nuestra cara o de nuestro cuerpo que se comportan de forma distinta. Suele ser muy evidente en el rostro, donde por lo general existe variabilidad en la denominada zona T (frente, nariz y mentón), en la que se observa más grasa. Apreciaremos poros más abiertos, brillos, más tendencia a la secreción oleosa y que es algo más gruesa al tacto, mientras que en la zona de las mejillas suele ser una piel normal o seca. Este desequilibrio de la producción de sebo hace que su tratamiento y cuidado supongan un reto.

Consejos

La piel mixta sufre variabilidad en la producción de sebo y combina áreas grasas y otras más secas. Dependiendo de la tendencia natural según la época del año, aconsejamos dar prioridad a las zonas grasas frente a las secas. Encontrar el equilibrio de hidratación será fundamental para regular el exceso de sebo.

Limpieza: hay que tener en cuenta que deberemos fomentar la limpieza suave diaria, con jabones que prevengan las irritaciones y que tengan efecto calmante. Por la noche es fundamental una limpieza en profundidad, y por la mañana una limpieza más suave. La «zona T» de tipología grasa se deberá limpiar con eficacia, mientras que las zonas secas, como las mejillas y las porciones más laterales del rostro, requerirán más delicadeza.

Hidratación: la orientación inicial es tratar la zona grasa con productos astringentes, es decir, que reduzcan las secreciones sebáceas. Pero no suele ser la mejor opción. Utilizar solo este tipo de productos puede hacer que aparezcan quistes y comedones o manchas, si se toma el sol. Además, puede favorecer que la piel soporte un grado mayor de deshidratación, lo que le dará un aspecto áspero y escamoso. Trataremos, por tanto, la piel mixta de forma diferenciada, sin aplicar hidratante en las zonas grasas (frente, nariz y barbilla), y aplicaremos tratamientos exfoliantes una vez a la semana.

Consideraciones especiales

¿Qué puedo comer? Cuidar nuestra alimentación para aportar la cantidad necesaria de hidratación, con un control estricto de las grasas saturadas y los azúcares, será primordial.

¿Me afectará el clima? Los cambios de temperatura afectarán mucho a nuestra piel, porque tendremos zonas grasas junto a otras secas más sensibles con tendencia a la deshidratación y la descamación.

¿Siempre será así? Es muy frecuente que la tipología de piel mixta varíe en largos períodos de tiempo hacia pieles más homogéneas, que llegan a ser más grasas o más secas. Esto es consecuencia del cambio de climatología, del sustrato hormonal o del envejecimiento.

Por último, recordad que no se debe generalizar el uso de un tipo de productos, sino particularizarlo según la zona de que se trate, para evitar ser demasiado agresivos en zonas secas o estimular la producción de estrato córneo lipídico en zonas grasas.

Siguientes artículos