No queda nada para que acabe el año y seguro que has empezado a escribir la lista de deseos que quieres que se cumplan en 2018. No hace falta que uno de ellos sea que tu piel recupere parte de su luminosidad o que se atenúe el efecto del envejecimiento, porque te ayudaremos a conseguirlo con una serie de rutinas muy sencillas y prácticas.
Como bien sabes, la piel requiere una serie de cuidados para renovarse de forma adecuada, y ello conlleva algo de tu tiempo y dedicación. Para ayudarte en esta época de deseos, te proponemos cinco rutinas con las que conseguir que tu piel recupere su vitalidad y luzca sana.
1.Limpieza facial diaria
Es fundamental que utilices aceites o geles para limpiar la piel de tu rostro un par de veces al día. Una buena manera de mantener tu piel limpia es adoptar la rutina de hacerlo por la mañana y antes de irte a dormir.
Utiliza agua micelar, que limpia y elimina los restos de impurezas y de maquillaje, a la vez que mantiene tu piel sana. Las micelas consiguen atrapar la suciedad y el sebo que se deposita en la superficie cutánea sin resecar la piel. Se trata de unas moléculas que, además de limpiar tu piel, consiguen un efecto de frescor y preservan la hidratación cutánea.
No te olvides de la piel corporal. Te recomendamos que uses jabones que no contengan base grasa y que sean acordes a tu tipo de piel.
2. Exfolia la piel cada semana
La exfoliación es un proceso que te servirá para realizar una limpieza profunda y para retirar las células muertas, de modo que logres una piel más limpia y luminosa.
Para conseguirlo, los exfoliantes deben penetrar y retirar toda la capa córnea externa y superficial de la piel que contenga células no funcionantes. Por ello existen diferentes niveles de penetración de los exfoliantes o peelings faciales. Los que te recomendamos son adecuados para hacer en casa y no resultan demasiado agresivos. Utiliza cremas que contengan ácido salicílico o elementos como el aluminio o el silicio. Estos componentes realizan una abrasión suave que conseguirá una limpieza activa y profunda de tu piel. Tras el exfoliante, recuerda siempre hidratar adecuadamente tu piel.
3.Aplica una mascarilla facial cada 2-3 días
Las mascarillas faciales son tratamientos que requieren una penetración más lenta porque son altamente nutritivos. Lo que se pretende es una hidratación muy profunda de la piel. Utiliza cremas que contengan elementos estructurales de la piel, como el colágeno y los proteoglicanos, los cuales ayudarán a recuperar firmeza y elasticidad.
4.Utiliza una crema hidratante de noche
Es necesario hidratar de forma profunda la piel. A diferencia de las mascarillas, las cremas hidratantes de noche pretenden fomentar la regeneración cutánea.
El ácido glicólico (AHA), el colágeno o el tocoferol (vitamina E) son elementos que se centran en el tratamiento antiaging intensivo. Además, ayudan a disminuir el tono de las manchas, las arrugas y las imperfecciones de la piel. Es importante que el emoliente se aplique tras una correcta limpieza facial sobre la piel seca.
5.Cuidado flash antes del maquillaje
Tras una correcta limpieza, es fundamental utilizar un producto que recupere tu piel de forma rápida y eficaz. Los proteoglicanos o la vitamina C consiguen un efecto hidratante intensivo que hace que tu piel se active y se ilumine a partes iguales. Estos elementos dotan a la piel de capacidad para absorber más agua y no perderla ante las inclemencias ambientales (rayos ultravioletas y diferencias de temperatura).
