¿Qué tipo de protector solar me va mejor?

¿Qué tipo de protector solar me va mejor?

Algo que sin duda no puede faltar en tu bolso de playa o en tu mochila de excursión es un buen protector solar. Sabemos que una correcta y adecuada protección solar es un elemento imprescindible para prevenir el tan peligroso cáncer de piel.

Cada vez existen más presentaciones con variedad de formatos y texturas que permiten que su aplicación sea sumamente cómoda y rápida.

Te recomendamos que escojas un tipo de fotoprotector diferente para la superficie facial y otro para las demás zonas corporales. Además, para contribuir al cuidado e hidratación de la piel, aplica productos específicos para labios y párpados.

El fotoprotector debe ser resistente al agua y aplicarse-absorberse antes del baño. Pero recordemos que tras bañarnos ha disminuido su efecto y deberíamos repetir, una vez secos, su aplicación.

 

¿Qué factor de protección necesita mi piel?

El factor de protección ideal debe tener en cuenta el fototipo individual de piel. Por norma debería ser como mínimo del 20, pero nuestra recomendación es que utilicéis factores de protección entre el 30 y el 50. Factores de protección altos no afectan a la producción de melanina, pero sí aseguran una adecuada y saludable protección cutánea.

 

¿Qué textura de protección solar debo escoger?

Para el rostro

Te recomendamos utilizar texturas más ligeras que puedas aplicar con asiduidad sin notar que el producto se amalgama y no se absorbe adecuadamente:

  • Crema: suele contener emolientes más hidratantes y puede ser apropiada para las pieles más secas.
  • Fluido: es una textura ligera muy agradable a la aplicación, que se absorbe con mucha facilidad. Puede ser una opción para las pieles con tendencia a ser mixtas o grasas.
  • Gel-crema: es una formulación mixta que proporciona tanto la hidratación de la crema como la absorción rápida del gel. Está indicada para todo tipo de piel.
  • Stick: esta presentación es ideal para zonas más sensibles o con imperfecciones como cicatrices o manchas. Dada su manejabilidad, puede ser idónea para cualquier zona dañada de la piel que quieras disimular.
  • Labiales: la región labial es sumamente delicada y requiere un esmero especial. Existen barras labiales que, además de ofrecer fotoprotección, se pueden utilizar para el tratamiento de afecciones cutáneas como el herpes u otras dermatosis.
  • Polvo: existe una presentación muy similar a los polvos utilizados con el maquillaje, pero que se absorbe y ofrece protección cutánea ante la radiación solar.

Para el cuerpo

Normalmente las texturas son más ligeras y tienen una función primordial, que es proporcionar facilidad en la aplicación:

  • Loción: es la presentación más habitual y suele ser muy fácil de aplicar. Además, sus emolientes poseen componentes muy hidratantes. Requiere, eso sí, algo más de tiempo para la absorción.
  • Espuma o espray: es una textura que aporta una sensación refrescante durante la aplicación. Ofrece la hidratación necesaria y tiene como virtud esencial su rápida y excelente absorción.
  • Aceite: suele presentarse con una textura muy fluida, pero la aplicación suele ser más lenta que la de una loción. Proporciona una sensación sedosa sin ser excesivamente grasa, más bien seca. Al ser transparente, resulta muy agradable en su aplicación.

Sea cual sea la opción que elijas de todas la que te presentamos, lo importante es que siempre que vayas a exponerte al sol uses un protector solar adecuado para tu piel y tu fototipo. Recuérdalo, de ello depende la salud de tu piel.

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