Superalimentos, ¿mito o realidad?

Superalimentos, ¿mito o realidad?

A los superalimentos los podríamos definir como aquellos alimentos de los que se espera que tengan un efecto beneficioso muy importante en patologías tan prevalentes como el cáncer o en el enlentecimiento del envejecimiento tisular.

No existe una definición consensuada, pero nos gustaría que fuesen alimentos que contienen altas densidades de nutrientes o compuestos bioactivos con beneficios demostrados para la salud.

 

¿Qué son los superalimentos?

Los denominados superalimentos son alimentos muy ricos en vitaminas, minerales, fitoquímicos, fibra y compuestos antioxidantes. Suelen ser de origen vegetal y poseen un bajo aporte calórico.

Algunos ejemplos son:

  • Semillas de chía: son una fuente muy importante de omega 3. Parece que pueden intervenir en el funcionamiento neuronal.
  • Brócoli: protege y previene la enfermedad cardiovascular.
  • Quinoa: es una de las mayores fuentes vegetales de proteínas y contiene fósforo, hierro, magnesio y calcio.
  • Remolacha: produce una disminución y estabilización de la presión arterial.
  • Alga espirulina: es otra fuente proteica de calidad, más digerible que las animales. Aporta vitaminas, minerales, ácidos grasos y enzimas.
  • Arándanos: son un potente antioxidante gracias a su alto contenido de flavonoides. Se cree que conjuntamente con otros frutos rojos pueden tener un efecto anticancerígeno. También podrían enlentecer el deterioro cognitivo.
  • Cacao: contiene una alta proporción de antioxidantes que influyen positivamente en evitar el envejecimiento prematuro del organismo. Tiene, además, un efecto cardioprotector.
  • Diente de león: posee un efecto diurético beneficioso, además de un alto aporte nutricional.
  • Calabaza: tiene una alta concentración de ácido fólico, que favorece la homeostasis celular.
  • Granada: la granada ha demostrado reducir la presión arterial y el estrés oxidativo.

¿Son realmente los superalimentos tan buenos como se cree?

Es cierto que son alimentos muy saludables si los ingerimos de forma habitual en nuestra dieta. Por ello, estamos de acuerdo en que son altamente recomendables. Sin embargo, no tienen propiedades mágicas. Te explicamos con más detalle por qué:

 

  • Condiciones de laboratorio y realidad
    • Los resultados tan «buenos» que se expresan en la literatura científica son para unos casos muy determinados con unos pacientes seleccionados en una situación muy específica. Esto no es real. No se puede aplicar a toda la población en general.
    • Por ello, es importante la personalización nutricional para incrementar los efectos beneficiosos de estos alimentos.
  • Consumo real
    • La concentración que encontramos de estos poderosos nutrientes en dichos alimentos suele ser muy baja, aunque saludable. No podemos ni debemos pretender que su potencia sea alta; es la que es.
    • Además, consumir cantidades muy altas de un solo alimento (o de un grupo) nos haría obviar los demás. En la variedad está el poder real de la dieta.
  • Efectos que se disipan rápido
    • Los efectos fisiológicos de estos nutrientes se producen muy a corto plazo. Por tanto, para conseguir grandes efectos se debería consumir mucha cantidad y de manera excesivamente frecuente.
  • Interacciones nutricionales
    • No comemos de forma aislada. Unos alimentos afectan a la absorción y procesamiento de otros. Por tanto, sus efectos deben tener la misma consideración.

 

La recomendación de MartiDerm

Así, lo que te recomendamos para cuidarte es llevar una dieta sin productos procesados, con un gran aporte de vegetales.

Por último, queremos decirte que los superalimentos son alimentos muy conocidos desde siempre y siguen siendo los mismos, no han cambiado. Lo realmente importante es saber comer.

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