Alimentación equilibrada durante el verano

Alimentación equilibrada durante el verano

El verano trae consigo días de descanso, largas jornadas para disfrutar del sol y momentos para divertirnos con los que más queremos. Pero muchas veces también supone cambios de horarios importantes, alteración de hábitos y casi como norma general acabamos por transgredir nuestra dieta habitual.

Debemos tener en cuenta que los días son más largos y que nuestros ciclos hormonales cambian. Los ciclos de sueño-vigilia o estímulos como la sed o el hambre se modifican y hacen que también varíen nuestras necesidades alimenticias. 

Alimentos importantes en verano

  • Agua: en verano nos olvidamos con cierta facilidad de la hidratación y bebemos cantidades no adecuadas de agua. Además, también caemos en aumentar la ingesta de bebidas, pero no de agua, sino de alcohol, por ejemplo. Hay que tener en cuenta que el hidróxido desplaza por densidad al agua hacia fuera de la célula y, por tanto, dificulta su absorción. Otro hábito veraniego al que solemos recurrir son las bebidas refrescantes y azucaradas. Muchas de ellas poseen cafeína o teína, que producen un efecto relativo en cuanto a saciar la sed y además ocasionan un aumento de la diuresis, con lo que no disminuyen la sed con eficiencia y además fomentan la pérdida de agua del organismo. En esta época del año, un aporte adecuado de agua es esencial para mantener hidratada tu piel y que luzca luminosa y cuidada.
  • Vitaminas: la radiación solar es una fuente de salud, ya que nos aporta múltiples beneficios, como por ejemplo la síntesis de vitamina D, que es esencial para el metabolismo fosfocálcico. Sin embargo, la exposición prolongada y sin los filtros adecuados provoca procesos cutáneos de oxidación celular. Para combatir la aparición de radicales libres requerimos de antioxidantes como las vitaminas A, C y E.
  • Fibra: la deshidratación es habitual en esta época del año, debida a las temperaturas más altas. Además de favorecer el daño hepático y renal, la disminución de agua en nuestro organismo también tiene otras consecuencias derivadas, como es el estreñimiento. Se pueden combatir sus efectos no deseables con el incremento de la ingesta de fibra vegetal en todas nuestras comidas principales.

Dietas equilibradas en verano

  • 5 comidas diarias: la Organización Mundial de la Salud nos recomienda realizar 5 comidas diarias para lograr una dieta sana. En verano es casi más importante, debido a que rompemos con nuestra rutina habitual porque solemos estar fuera de casa disfrutando de un merecido descanso. Evitar las comidas copiosas y distribuirlas durante todo el día nos permitirá hidratarnos mejor, disminuir las transgresiones dietéticas y, por lo tanto, mejorar la salud de nuestra piel.

  • Incrementa la ingesta de frutas: es fundamental que aprovechemos el efecto antioxidante de las vitaminas para combatir el daño que puede causar una exposición prolongada al sol. Además, favoreceremos que nuestra capa basal cutánea incremente su actividad tanto en regeneración celular como en la síntesis de gránulos de melanina. De esta manera, obtendremos un efecto beneficioso preventivo en el cuidado y en la pigmentación de la piel.

  • Modera el consumo de alcohol o tabaco: en verano pueden influir muy negativamente y potenciar de forma indirecta el efecto oxidativo del sol en nuestra piel. No realizar un mayor consumo de estas sustancias tóxicas favorecerá que la piel pueda resistir mejor la radiación solar y pigmentarse de forma natural y sana.

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