La rosacea, una invasora en la piel madura

La rosacea, una invasora en la piel madura

Todos nuestros hábitos de limpieza y cuidado de la piel tienen una finalidad, mantener una piel sana. Aunque se realicen correctamente los rituales de limpieza y cuidados de la piel, muchas veces la piel se ve sorprendida por alteraciones externas contra las que no se puede hacer nada ya que no dependen de nosotros. Una de estas alteraciones que pueden aparecer en nuestro rostro es la rosácea.

¿Qué es la rosácea?

La rosácea, a la que también se la conoce como acné rosácea o cuperosis, es una alteración crónica de la piel que afecta mayoritariamente a mujeres adultas aunque también se dan casos en la piel de hombres adultos. Todavía no se ha encontrado un tratamiento definitivo que pueda poner fin a estas alteraciones por lo que lo único que se puede hacer es controlarla.

Existen tres estadios de rosácea:

  • Estadio I, rosácea eritematosa: Esta primera fase la reconocemos porque la piel del rostro se muestra inflamada y enrojecida (eritema).
  • Estadio II, rosácea papulopustular: Con el tiempo el eritema se vuelve crónico. La rosácea recibe el nombre de papulopustular cuando aparecen pápulas y pústulas aisladas o agrupadas, inflamadas y eritematosas que se añaden al rubor y permanecen durante días o semanas.
  • Estadio III, rosácea conglobata: En esta tercera fase, la piel está engrosada y muestra poros de gran tamaño, con nódulos inflamatorios confluentes y en algún caso hemorrágicos.

¿Cómo reconozco la rosácea?

En muchos casos, la rosácea se puede confundir con otras alteraciones de la piel como es la dermatitis atópica o el acné ya que los síntomas pueden parecer a simple vista similares.

La rosácea suele presentarse en forma de brotes que se extienden desde la zona de la nariz lateralmente hacia las mejillas. Estos brotes pueden variar de unas personas a otras. Normalmente se manifiestan en forma de pequeñas manchitas rosáceas conocidas como eritemas, dilataciones vasculares visibles o hasta  múltiples pústulas parecidas a las del acné.

¿A qué se debe su aparición?

Existen multitud de desencadenantes que pueden producir la aparición de rosácea. Podemos destacar entre los más comunes la exposición intensa y prolongada al sol, la ingesta de determinados medicamentos, el calor, el frío, las comidas muy calientes o picantes, consumir café, y alcohol. Además los factores psicológicos pueden desencadenar brotes agudos de esta alteración de la piel ya que las situaciones de estrés pueden tener como consecuencia la aparición de rosácea además de agravarla.

La rosácea es una alteración de la piel difícil de prevenir y erradicar. Aún así conociendo las causas se puede al menos evitar aquellas que la intensifican. Visita a tu dermatólogo y busca la mejor solución para tratarla.

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