Dicen que la música amansa las fieras. Y es que, de hecho, la música es capaz de emocionar a la persona más seria o de desinhibir a la persona más tímida. Todos lo hemos vivido y todos lo sabemos.
Lo que probablemente no sabías es que la música también tiene un efecto extraordinario en nuestra piel.
Si tus auriculares se han convertido en en parte de ti, entenderás perfectamente la sensación: comienzan las primeras notas, esa melodía que, sin entender cómo, parece que se haya inspirado en ti y, en ese momento, empiezas a notar cómo se te eriza la piel, cómo el vello se te pone de punta... Es justo en ese momento cuanto tú y tu piel estáis totalmente en sintonía con la pieza musical. Pura magia.
Y da igual si es una pieza clásica, electrónica o rock. La música es un fenómeno personal e intransferible.
Y es que por muy difícil que resulte creer, la música es un estimulante que aviva y estimula nuestra piel; al escucharla nuestro cerebro puede llegar a procesar todo tipo de emociones. Y esas emociones se reflejan en la piel. El mejor ejemplo es la conocida sensación comúnmente llamada “piel de gallina”, la contracción involuntaria de los músculos erectores del pelo que provoca que el vello se erice.
La conclusión es clara: nuestra piel está tan viva como lo estamos nosotros. Cuídala de todas las formas posibles. Cuidando tu alimentación, bebiendo agua, generando pensamientos positivos, utilizando los productos cosméticos que mejor se adecúen a sus necesidades y, por supuesto, escuchando música.
Escucha la música que te gusta, disfrútala, sumérgete en ella. La piel es un espejo de nuestras emociones y un reflejo de cómo nos cuidamos, cómo nos alimentamos o qué deporte hacemos. Y por supuesto, de la música que escuchamos. ;) Actitud #SmartAging
